basta de lágrimas
y de recuerdos ficticios.
Adiós a las historias sesgadas
y los castillos de arena
que poco a poco
son deteriorados por la marea.
Miraremos de frente,
hasta el horizonte,
tan infinito,
tan inalcanzable,
tan lejano;
con la certeza que los pasos
serán siempre hacia allá,
sin más atrás,
sin más nostalgias,
adiós a los recuerdos que pasaron,
pero en especial,
a los que no.
Sí, que fácil soñar.
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